jueves, 27 de mayo de 2010

La muerte del maestro

Francisco de Quevedo y Santibañez Villegas falleció en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) en 1645.
Fue uno de los más grandes genios de la literatura castellana.



Mi testamento


Creo que la muerte esta por llegar... Quiero despedirme de vosotros, y aqui dejo mi testamento.

Testamento de Quevedo (firmado en Villanueva de los Infantes el 26 de Abril de 1665)

En nombre de Dios, amén. Sepan cuantos de esta carta de testamento, última y postrera voluntad vieren, cómo yo, don Francisco de Quevedo y Villegas, caballero de la orden de Santiago, señor de la jurisdicción de la villa de La Torre de Juan Abad, orden de Santiago, en el Campo de Montiel, estante al presente en esta Villa Nueva de Los Infantes, enfermo de la enfermedad que Dios Nuestro Señor fue servido de me dar, pero en mi sano juicio y entendimiento natural, creyendo como firme y verdaderamente creo en el misterio de la Santísima Trinidad... otorgo que hago mi testamento e última voluntad en la forma siguiente:

Primeramente encomiendo mi alma a Dios Nuestro Señor, que la crió y redimió con su preciosa sangre; y el cuerpo a la tierra, de la que fue formado.

Mando que mi cuerpo sea sepultado por vía de depósito en la capilla mayor de la Iglesia del convento de Santo Domingo desta Villa (...)

Mando que llevado mi cuerpo a enterrar, le acompañen todas las cofradías desta villa, y el cabildo edesiástico del señor Sa Pedro, y las religiones de los conventos de los frailes della, y se les pague la limosna acostumbrada (...)

Mando que el día de mi enterramiento (...) se diga por ánima una misa de réquiem, cantada, con diácono y subdiñacono (...)




Última parada - La Torre de Juan Abad

Desde que alojé en mi casa al rey Felipe IV faltaba poco para ganarme su aprecio. Entonces escribí un libelo satírico titulado "El chitón de las tarabillas" en el que defiendo la desastrosa política monetaria del conde-duque de Olivares. Conseguí que el rey me nombrara su secretario.
Pronto el país sufrió una gran crisis económica. El Conde - Duque de Olivares cayó en desgracia y a mi me detuvieron y encarcelaron de nuevo...

En noviembre de 1644, con mi salud muy deteriorada, me retiré definitivamente a La Torre de Juan Abad.

La muerte de mi amigo

A principios del año 1624 el rey Felipe IV inició un viaje a Cádiz para defender las tierras de los ataques de Gran Bretaña. Yo tuve el alto honor de alojarlo en mi humilde casa de Torre de Juan Abad.
(...)

Unos meses después me llegaron tristes noticias. En prisión murió mi amigo Pedro... Lo único que podía hacer yo era construirle ese monumento poético.



Epitafio al Gran Duque de Osuna

"...Faltar pudo su patria al grande Osuna,
pero no a su defensa sus hazañas;
diéronle muerte y cárcel las Españas,
de quien él hizo esclava Fortuna

Lloraron sus envidias una a una,
con las propias naciones las extrañas;
su tumba son de Flandes las campañas,
y su epitafio la sangrienta Luna.

En sus exequias encendió el Vesubio,
Parténope; y Trinacria al Mongibelo;
el llanto militar creció en diluvio:

dióle el mejor lugar Marte en su cielo;
La Mosa, el Rhin, el Tajo y el Danubio
murmuran con dolor su desconsuelo...."


Mi vida en la Torre...

Aproveché ese tiempo para preparar algunos textos, sobre todo "Política de Dios y gobierno por Cristo". Pero no podía aguantarlo más...

Al morir Felipe III, al trono de Espańa ascendió Felipe IV y nombró al conde-duque de Olivares como una de las personas de más confianza de su Consejo. Yo me apresuré a dedicarle a este nuevo e importante funcionario la "Epístola satírica y censoria" con clara intención de ganarme su aprecio y volver a la actividad política bajo su protección.


"...Multiplicó en escuadras un soldado
su honor precioso, su ánimo valiente,
de sola honesta obligación armado..."

(...)

"...Mejores sean por vos los que eran buenos
Guzmanes, y la cumbre desdeñosa
os muestre, a su pesar, campos serenos..."




Mi viaje a Italia

Estoy harto de que ese descarado varón esté atacando mi persona. Sin cesar el me humilla delante de otros y ofende mis poemas... Me fastidia ese desvergonzado hombre y necesito descansar un poco de esa enemistad y constante lucha con palabras. Entre otros por eso acepté la oferta de un buen amigo mío Don Duque de Osuna. Esa oferta concierne a una visita a Italia en papel de su secretatrio. La misión es conseguirle al duque de Osuna, por mediación de los duques de Lerma y Uceda el nombramiento de Virrey de Nápoles. Pedro quiere tener a su lado una persona de mucha confianza, intrepido y sobre todo personaje inteligente que podria dar excelentes sugerencias en caso de necesidad.

Al conseguir el titulo de Virrey de Napolés por el duque de Osuna, decidí dedicarle un relato: "El mundo por dentro".

(...)
Fue un periodo de mi vida muy intenso, ocurrieron muchas cosas y tengo que admitir que no fueran para mi cosas beneficiosas. Los viajes a Italia, cuales al principio se pronosticaban muy muy oportunos y al fin resultaron para nosotros perjudiciales... Pedro me ordenó que intrigara en la corte para asegurar su nombramiento como Virrey de Nápoles, pero pronto cayó en desgracia, y yo también sufrí las consecuencias. Me encarcelaron en Uclés, y después me desterraron a la Torre de Juan Abad.

Ahora vivo como hombre desterrado... estoy abandonado por todospero no por todo.. lo único que permanece conmigo es la poesia... y yo intento no estar mas su deudo... ahora mi única aspiración es dedicarme a escribir...


¡La venganza será terrible!

Aqui os dejo una cosita para que os divertais un poco.




Mi primer enemigo

Conocí en la corte a un varón un poco extraño pero interesante. Mi amigo me dijo que el era un sacerdote, hombre muy conocido en la corte y además escribia poemas! Incluso algunos de sus poemas se publicaron, igual que los míos, en la antología de Pedro Espinosa! Enseguida pensé en hablar con el y compartir mi experiencia. Que fue mi perplejidad cuando el se comportaba de una forma muy desagradable, desanimándome a si mismo. No me precupé por el. Si quería un hombre tetrico y no querido por la gente, no iba a molestarle, pense. ¡Pero qué perfido resultó ser ese individuo! El tuvo atrevimiento de criticar mis poemas delante del público... Para siempre recordaré su nombre. ¡Góngora es mi enemigo hasta la muerte! Y estoy seguro de que la mayoría de su público lo va a dejar cuando vea mi poesía! Es que la suya es como basura y no sirve para nada...
A Luís de Góngora

Yo te untaré mis versos con tocino,
porque no me los muerdas Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino.
Apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin Christus la cartilla,
hecho carnero en Córdoba y Sevilla
y bufón en la corte a lo divino.
¿Por qué censuras tu la lengua griega,
siendo solo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?
No escribas versos más, por vida mía;
que aun aquesto de escribas se te pega,
pues tienes de sayón la rebeldía.


viernes, 21 de mayo de 2010

Llegada a Valladolid

Era un día entristecido, lluvioso y un poco misterioso, las calles estaban llenas de penumbras y secretos susurros. La atmósfera pronosticaba que algo tuviera que ocurrirme, y no una cosa feliz. Paseaba lentamente por las calles para conocer mejor mi nueva posada y diferentes raros pensamientos me daban vueltas por la cabeza. Entre otros, soñaba con mi amor, la dama más bella que la salida del sol, una rosa o cualquier cosa en este mundo. Hasta ahora no puedo tomar en consideración que mi vida y mi inspiración me abandonó. Hablando francamente estoy pensando en ella sin cesar, me obsesiona su retrato, me siento como un moribundo y sólo ella me podria revivir... ahora ya no existe nada… ese maldecido día me pareció que ella volvió a mi lado para quedarse conmigo para siempre, que todo lo que sucedió en Madrid fue sólo una cruel pesadilla. Estuve seguro de que ella me miraba desde una esquina con ojos ardiendos... no se qué hacer, estoy obsesionado por su rostro... de nuevo me estoy volviendo loco... No creía que iba a ser tan difícil aprender a vivir sin ella...

domingo, 16 de mayo de 2010

Nueva etapa de mi vida


Ayer me informaron de que la Corte se iba a trasladar a Valladolid. Decidí irme con ellos. Creo que será un buen comienzo de mi nueva vida, un paso para adelante. Ahora que no hay nada ni nadie que me detenga aqui, veo que es la mejor opción.


Nunca olvidaré lo que viví aqui, nunca olvidaré a Cecilia, pero tengo que aprender a vivir sin ella y sé que quedándome en esta ciudad va a ser difícil. Todavía su recuerdo vuela por las calles, por las que andábamos cogidos de la mano, hasta que el cansancio en sus alas lo lleva a mi casa para que se duerma en mi cama. Todavía siento su olor a jazmín en mi almohada y veo su rostro al amanecer. No puedo seguir asi. Mañana mismo cojo mis maletas y me voy a Valladolid - la ciudad donde voy a empezar la nueva etapa de mi vida.

Amor constante más allá de la muerte...


Cecilia ha muerto y con ella se ha marchado una gran parte de mi alma. Mi corazón se muere de añoranza... Nadie sabrá llenar el vacío que ha dejado dentro de mi. Si pudiera dar marcha atrás al tiempo...ahora sólo me queda llorar y poner mis lágrimas sobre el papel junto con mi tristeza, añoranza, amor y recuerdos...


Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevaré el blanco día, y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.


Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido:

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.

viernes, 14 de mayo de 2010

Una sonrisa, un adiós...

Siento que el tiempo se nos escapa entre los dedos como granitos de arena... Creo que lo que tengo que hacer ahora es darle a Cecilia toda la felicidad que tanto soñaba, que tanto deseaba y que nunca ha tenido. Sé que tengo poco tiempo, pero voy a hacer que estos últimos dias sean para ella lo mejor que ha pasado en su vida.
Lo primero que hice fue regalarle un clavel rojo, que es su flor favorita y antes me había confesado que deseaba que el amor de su vida le regalara uno. Sacarle una sonrisa es un alivio para mi alma. Me siento feliz cuando la veo sonreir junto a mi aunque sé que pronto me tendré que despedir de ella con un "adiós"... Con lo difícil que era para mi decir "hasta mañana"...

miércoles, 12 de mayo de 2010

Mi mundo se derrumba


Era el hombre más feliz del mundo. Nada se podía comparar con lo que sentía en aquel momento. El fuego que corría por mis venas, el alma que ardía del amor... Cecilia me confesó que su corazón, desde que nos encontramos por primera vez, cambió de ritmo, empezó a latir más rápido, latir sólo por mi. No me puedo perdonar que, sintiendo lo mismo desde el primer momento, estando cada día tan cerca, perdimos tanto tiempo.

Y ahora....me arrepiento mucho más...

Cecilia me confesó también lo que me había ocultado el día que la vi correr con los ojos llenos de lágrimas, y lo que me ocultaba todo ese tiempo. Me explicó que no podía dejar que yo me enterase de lo que sentía por mi, y claro, que yo me enamorase de ella porque no quería hacerme sufrir. No quería que, recién enamorado, la tuviera que perder y que me quedara con una gran herida y un vacío en mi alma.

Cecilia está enferma... Me dijo que era una enfermedad desconocida, que nadie sabía decirle lo que le pasaba. Lo que estaba claro era que esa enfermedad poco a poco la iba matando... Yo me quedé de piedra cuando me lo contó. Sentí que mi mundo se derrumbaba. No sabía qué decir, ni cómo actuar. Lo que se me ocurrió fue abrazarla muy fuerte para que mis sentimientos se le transmitieran sin palabras.



...Y sabes
que eres la princesa
de mis sueños encantados...



viernes, 7 de mayo de 2010

Un poema para mi querida

Fue Pedro quien me convenció a decirle a Cecilia lo que siento por ella. Yo mismo tenía unas ganas enormes de confesarle mis sentimientos, pero no tenía valor. Temía que esto podía hacer que se rompiera nuestra amistad. Pero no podía aguantar más. Cada momento a su vera y sin poder tocarla ni besarla, era una tortura para mi. Le dedique un poema, y se quedó con los ojos llenos de lágrimas cuando se lo recité. Pero no eran lágrimas de tristeza, como aquellas que le llenaban los ojos cuando hablé con ella por primera vez, eran lágrimas brillantes, lágrimas de una mujer que llevaba toda su vida esperando un gesto como aquel que le regalé yo.


Es hielo abrasador, es fuego helado,
Es herida que duele y no se siente,
Es un soñado bien, un mal presente,
Es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
Un cobarde con nombre de valiente,
Un andar solitario entre la gente,
Un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
Que dura hasta el postrero paroxismo;
Enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
El que en todo es contrario de sí mismo!






jueves, 6 de mayo de 2010

Mi amigo Pedro

Hace muchísimo tiempo que no escribo. En junio recibí el grado de Bachiller y me matriculé en Teología.
Desde que hablé con Cecilia por primera vez, no la dejo ni un momento. Siempre estamos juntos: en la universidad y después de las clases. Esos tres años que he pasado viéndola día a día aún más me aseguraron que es la mujer de mi vida. A ella también le gusta pasar el tiempo conmigo, aunque todavía no sabe lo que siento por ella. Solo se lo dije a un gran amigo mío, Pedro Téllez Girón, hijo del II duque de Osuna. El sabe todos mis secretos, le tengo mucha confianza y sé que siempre puedo contar con el.
Lo conocí hace un año más o menos, cuando vino a Madrid con su mujer Catalina Enríquez de Ribera y Cortés Zúñiga, hija de los Duques de Alcalá de los Gazules , una de las más grandes y ricas casas nobiliarias de Andalucía, y además nieta de Hernán Cortés!