jueves, 27 de mayo de 2010

Mi vida en la Torre...

Aproveché ese tiempo para preparar algunos textos, sobre todo "Política de Dios y gobierno por Cristo". Pero no podía aguantarlo más...

Al morir Felipe III, al trono de Espańa ascendió Felipe IV y nombró al conde-duque de Olivares como una de las personas de más confianza de su Consejo. Yo me apresuré a dedicarle a este nuevo e importante funcionario la "Epístola satírica y censoria" con clara intención de ganarme su aprecio y volver a la actividad política bajo su protección.


"...Multiplicó en escuadras un soldado
su honor precioso, su ánimo valiente,
de sola honesta obligación armado..."

(...)

"...Mejores sean por vos los que eran buenos
Guzmanes, y la cumbre desdeñosa
os muestre, a su pesar, campos serenos..."




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